Trapisonda
Fernando Antolín Morales
Desbarajustas mi precisión quirúrgica
con tu mohín despreocupado,
casi hippie.
Embarullas mi rutina cartesiana
con tu visaje pasota
y tus rastas adornadas con delirio,
acerrojadas por fieltro
de colores,
de mil colores,
de más colores de los que caben en un cristal de LSD y, sin embargo,
el verde de tus ojos anega mi consciencia.
Has puesto tu pica en Flandes
que es mi piso
y no veo el día en que te deslices por debajo de la puerta y te esfumes,
tal y como apareciste.
Cada amanecer
cuando escucho el sonido amortiguado
(tras la puerta)
de tus bostezos
salvajes,
callejeros,
indómitos,
constato que tu incuria, tu dejadez, tu desidia,
siguen sin desvanecerse,
sin disolverse en el aire y en el tiempo como una aspirina efervescente.
Todavía.
Todavía un día más en tu caótico reino de la anarquía.
Afortunadamente.
Fernando Antolín Morales (Zaragoza, España, 1984) ha estudiado Matemáticas y Filología hispánica. Durante los dos últimos años ha organizado un recital de poesía en español en la ciudad de Nitra, Eslovaquia, lo que lo ha animado a dar a conocer su obra. Durante este 2020 ha sido galardonado con algunos premios y menciones en concursos de América y Europa, donde se han publicado algunas de sus creaciones como poeta, narrador y dramaturgo. Recientemente se ha publicado su primer poemario La esfinge del pino (2020).