Poemas
Emmanuel de los Robles
Nota negra
Que así intituló y compuso imitando a Hugo Gutiérrez Vega
Has vuelto a despertar en mal estado,
quieres frenar tu corazón dañino,
evades el hiriente filo fino
del sol vivo, feliz y depravado.
Abandonas tu casa apresurado,
silencioso al hotel en tu camino
y a la sombra del lívido destino
te encierras en el cuarto que has rentado.
Tú, las cortinas cierras tan sencillo
y obstruyes al sol siempre insistente
para dejar la habitación sin brillo.
Tiritando tus manos y tu mente,
tú, tembloroso tiras del gatillo…
y optas por callar eternamente.
Carpe cervisiam
Brunela, ve el cristal de cada vaso
que sólo hace un instante contenía
el líquido dorado. Que, vacía
la cerveza, llorar no tiene caso.
Brunela, el tiempo pasa, paso a paso
igual que gota a gota se vacía
el vaso que te di de cortesía
y lloras el adiós de ese payaso.
Él, en tanto, disfruta de su vida
feliz de no acordarse de tu mano
mientras la vida olvidas con bebida.
Dedica cada día al tiempo sano
que sepas que al morir, en tu partida,
la efímera existencia no fue en vano.
Los eones desperdiciados
Pensar que eones antes, las estrellas
hicieron el amor en el vacío,
dando calor al infinito frío,
que fueron del silencio melopeya.
Y pensar que danzando las centellas
en una estéril pista, el desafío
de construir el sol en el sombrío
sideral consiguieron. Y que aquellas
dejaron al azar que haga al planeta
con probabilidad tan chiquitita
como enorme es la nada primigenia.
Y pensar que para eso existes, grita
un difícil milagro con su venia…
¡para hallarte drogado en la banqueta!
Emmanuel de los Robles (Texcoco, Estado de México). Estudia Letras hispánicas en la Universidad Autónoma Metropolitana. Se considera a sí mismo como un poeta barroco. Es entusiasta de las aves, los dinosaurios, la ciencia ficción y la fantasía épica. Es autor del poemario Con unos y con ceros (Sediento, 2014). Ha publicado en las revistas Katábasis, La pinche revista y Letrina.